El mandatario reavivó la controversia al insistir en que Ecopetrol venda su operación en EE. UU. para financiar energías limpias.
El presidente Gustavo Petro volvió a plantear que Ecopetrol debería vender su participación en el campo de Texas, Estados Unidos, para destinar esos recursos a proyectos de energías limpias en Colombia.
El anuncio, hecho a través de su cuenta de X, de inmediato generó críticas de exfuncionarios y especialistas que advierten sobre el impacto que una decisión de este tipo tendría en las finanzas de la empresa estatal.
En su mensaje, el mandatario afirmó que “lo mejor es la inversión pública y privada en energías limpias. Ecopetrol debería vender su campo en Texas, para invertir en energías limpias en Colombia (sic)”.
También reiteró que “Colombia necesita una Ecopetrol convertida en Ecoenergía” y aseguró que la transición energética no puede aplazarse más.
No es la primera vez que el presidente hace esta petición. El pasado febrero, en un Consejo de Ministros, ya había solicitado que Ecopetrol abandonara sus operaciones de fracking en el Permian, en Estados Unidos, con el mismo argumento: acelerar la transición energética del país.
Sin embargo, la discusión toma fuerza porque la operación en Texas se ha consolidado como una de las más productivas para la petrolera. Según cifras de la compañía, ese negocio representa alrededor del 13 % de la producción total de hidrocarburos y ha permitido mantener estable la oferta en momentos de caída en utilidades y ventas.
El exministro de Minas y Energía Juan Camilo Restrepo cuestionó la propuesta del presidente. En redes sociales, señaló que Petro estaría ordenando “vender la inversión más rentable que tiene Ecopetrol” sin que se conozcan estudios técnicos que sustenten la conveniencia de una medida de ese calibre.
“¿Se le ha pasado por la cabeza a Petro que las decisiones de Ecopetrol no son las que satisfacen sus caprichos, sino aquellas que representen el mejor interés de la empresa y de los 250.000 accionistas con que cuenta?”, escribió.
El debate también recuerda lo ocurrido el año pasado, cuando el Gobierno frenó la compra del 30 % de CrownRock, una operación que habría aumentado en 15 % la producción de Ecopetrol en Estados Unidos. La decisión fue criticada en ese momento por la industria y generó molestia en Occidental Petroleum (OXY), socia de la estatal en el Permian.
Mientras tanto, voces del sector petrolero como la Unión Sindical Obrera (USO) han advertido que una salida de la operación en Texas podría significar la pérdida de hasta 100.000 barriles diarios, además de una afectación al valor de la empresa y a la estabilidad de sus ingresos.
La polémica se produce en un momento de especial sensibilidad para Ecopetrol, que registró en 2024 una caída de 14,7 % en su utilidad neta y de 1,5 % en sus ventas. La compañía, además, enfrenta presiones para sostener la producción local y al mismo tiempo financiar la transición energética.
Por ahora, la junta directiva de Ecopetrol no se ha pronunciado frente a la idea del presidente.
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