La llegada del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu a la Asamblea General de la ONU provocó la salida de numerosos delegados de la sala, y también aplausos y vítores de otros, constató la AFP.
La presidencia de la Asamblea pidió repetidamente orden antes de que Netanyahu tomara la palabra en el estrado.
Netanyahu declaró que su país ha “destruido la mayor parte de la máquina terrorista” del grupo armado palestino Hamás y que busca terminar el trabajo “lo más rápido posible” en Gaza.
Además, se dirigió a los rehenes en manos de Hamás y les aseguró que su gobierno no descansará hasta traerlos de regreso, en un discurso en la ONU que, aseguró, fue retransmitido con altavoces en la Franja de Gaza.
“No descansaremos hasta traerlos de vuelta a casa” proclamó Benjamin Netanyahu en hebreo y luego en inglés.
Asimismo, rechazó las acusaciones de “genocidio” en Gaza y denunció “mentiras antisemitas”.
En su discurso, Netanyahu celebró lo que describió como una serie de victorias estratégicas israelíes en el último año, que también incluyeron atacar el programa nuclear de Irán y asesinar al líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, en Líbano.
El dirigente israelí también criticó la idea del reconocimiento de un Estado palestino.
“Darle a los palestinos un Estado a una milla de Jerusalén después del 7 de octubre es como darle a Al Qaeda un Estado a una milla de la ciudad de Nueva York después del 11 de septiembre”, dijo Netanyahu.
“Esto es una locura absoluta. Es una locura, y no lo haremos”, añadió.
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