Estar a solo 20 metros de la quebrada La Guayabala —esa que muchos solían describir como un simple “hilito” de agua— terminó convirtiéndose en una tragedia para una familia del corregimiento Altavista, en Medellín. La corriente, desbordada con una fuerza que multiplicó hasta por ocho su caudal habitual, arrasó con todo a su paso y se llevó a una madre y su hijo.
El fuerte ruido de la quebrada que por décadas vieron pasar al lado de su casa hizo que los cinco integrantes de esta familia no pudieran dormir tranquilos, pero su preocupación se incrementó en la medida que el afluente ya no iba por su cauce, sino que se metió a la vivienda, ubicada justo sobre uno de los meandros de esta quebrada, que nace en el corregimiento San Antonio de Prado y desemboca en la quebrada Altavista, cerca al cerro El Volador.
Esto provocó que la corriente arrastrara a Yulieth Victoria Arboleda López, de 37 años, y a su hijo José Miguel Muñoz Arboleda, de 13 años; este, quien había logrado salir de la vivienda junto con los otros ocupantes, se devolvió porque quería rescatar a su mamá.
“El niño ya había salido con las otras cuatro personas, pero apenas no vio a la mamá, la quiso salvar y fue en ese momento cuando se lo llevó la quebrada junto con ella”, relató Emilio López, tío de Yulieth Victoria y quien vive a un par de cuadras del lugar donde ocurrió la tragedia.
Habla padre y esposo
Jaime Alexánder Muñoz, pareja de Yulieth Victoria y papá de José Miguel, comentó que desde la 1:55 a.m. del martes la situación era más preocupante de lo habitual con las lluvias, principalmente por el rugido de la quebrada, que lo asustó, pero no se alcanzó a imaginar que no solo se iba a quedar sin su casa, sino sin sus dos familiares.
“A esa hora me levanto para el baño y estaba cayendo mucha agua, la quebrada rugía muy feo. Luego me volví a acostar y al rato me cayó una gotera del techo. Al momento se empezó a entrar el agua de la quebrada por debajo de la puerta y de inmediato los desperté a todos, a mi esposa, a mis hijos y a mi suegra”, relató.
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Pero lo que comenzó como una simple filtración de agua se convirtió en una borrasca que ya los estaba tapando hasta la cintura, por lo que la decisión fue intentar salir lo más rápido posible. “La borrasca nos sacó a todos. Primero cogí a mi niño y luego salimos mi suegra y yo. A mi hija se la tuve que arrancar a la corriente. Luego mi hijo se entró y cuando yo los intenté sacar, la puerta ya la había trancado el agua y no me dejó sacarlos”, relató.
Cuando se dieron cuenta, la quebrada abrió un agujero por el cual sacó tanto a Yulieth Victoria como a su hijo y los arrastró por toda su corriente. El primer cuerpo que flotó fue el de la mujer, la cual fue encontrada a un costado del Club El Rodeo. Su hallazgo se produjo sobre las 7:00 a.m. del martes.
Sin embargo, la angustia por José Miguel se extendió durante las horas posteriores, puesto que la quebrada arrastró su cuerpo hasta el río Medellín.
Sobre José no se tuvieron noticias sino hasta la madrugada de ayer, cuando en la Hidroeléctrica Carlos Lleras Restrepo, en la vereda Popalito, de Barbosa, fue encontrado su cuerpo, con notables golpes por cuenta de los kilómetros que fue arrastrado.
Los sobrevivientes de la emergencia registrada en esta vivienda, en el sector La Sociedad, de la vereda San José del Manzanillo, se están hospedando en viviendas de familiares, a la espera de que puedan encontrar un nuevo lugar para vivir, puesto que la corriente destrozó toda la propiedad y el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo (Dagrd) ya declaró esta vivienda en alto riesgo con evacuación definitiva.
De acuerdo con los familiares, muchos de ellos tienen laceraciones y golpes en sus extremidades, por efecto de la creciente.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, relató que esta tragedia se ocasionó por un deslizamiento ocurrido en la parte alta del afluente, el cual provocó un represamiento y finalmente la avalancha que se llevó esta propiedad y afectó a más de 40, solamente en este corregimiento y 350 en toda la ciudad.
Una madre entregada
Sobre Yulieth Victoria, sus familiares y allegados la recuerdan como una madre de familia entregada a su único hijo y como una persona laboriosa, quien llevaba 12 años trabajando en la EPS Sura, más recientemente como auxiliar de punto de servicio de ayudas diagnósticas.
“Su bondad, resiliencia y valentía siempre estarán vivas en nuestros corazones”, señalaron desde esta EPS, enviándole a su vez un abrazo de condolencias a todos su familiares tras esta tragedia.
Actualmente esta mujer se encontraba trabajando en la casa por un tema de salud que la venía aquejando desde hace varios meses.
Jaime Alexánder relató que “cumplimos 13 años de matrimonio y era una gran mujer, esposa y mamá. Fue un apoyo muy grande para mi hija. También siempre fue una mujer muy alegre, muy guerrera y siempre entregada a Dios”.
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Pero además de su responsabilidad para trabajar y su labor de madre, también era una apasionada por el maquillaje, tanto que había hecho algunos cursos y en sus ratos libres se dedicaba a organizar a sus vecinas, familiares y amigas, cuando ellas iban a asistir a eventos.
Esta mujer vivió toda la vida en el corregimiento, donde también residen gran parte de sus familiares, en las zonas cercanas a la quebrada, pero que no vieron sus viviendas tan afectadas.
Un amante del fútbol
Al momento de preguntar por José Miguel, el común denominador entre los vecinos y parientes era que se caracterizaba por ser un joven aplicado y buen estudiante, además de ser un apasionado por el fútbol internacional y un gran hincha de Atlético Nacional.
“Era un niño muy alegre, le encantaba el fútbol. Cuantas cosas que quisiera saber de fútbol, José te las decía con gran detalle. Disfrutaba el fútbol al 500% y era hincha de Nacional a morir, tanto que se gozaba o lloraba con los partidos”, contó Alexandra López, prima de este joven.
Pero además de su amor por el fútbol, este estudiante de octavo grado de una institución educativa en el barrio Fátima, comuna 16 (Belén), también formaba parte del grupo de acólitos de la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de la Piedra, en Belén Rincón, relató su padre.
Los cuerpos de las dos víctimas de esta tragedia son velados desde la noche de ayer en la sala del cementerio Campos de Paz y las honras fúnebres están programadas para las 10:00 a.m. de hoy en la parroquia en la que José Miguel fue acólito.