Por lo menos seis menores de edad de un colegio de Medellín recibieron en los últimos días mensajes por redes sociales que dejan en evidencia lo que hace mucho vienen denunciando organizaciones sociales y que son una realidad reconocida por las autoridades: las plataformas digitales son hoy uno de los principales medios para atrapar a las víctimas de explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes (Escnna).
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Los mensajes, que fueron compartidos por el padre de una de las adolescentes contactadas, fueron enviados desde la cuenta de una “agencia de acompañantes prepago y contenido para adultos”. En ellos las invitaban a vincularse con el fin de “atender ejecutivos y extranjeros, personas de alto nivel, de forma presencial y virtual” a cambio de dinero y otros incentivos.
Parece una simpleza, pero es escandaloso y debe generar alarma e indignación social. Desde la agencia también les pusieron requisitos a las adolescentes, como “ser niñas de buen cuerpo y excelente presentación”; tener “buena actitud”; ser “complacientes, niñas de mente abierta, que les guste el sexo y quieran ganar dinero haciendo algo que les guste”; ser puntuales porque “los clientes son personas ocupadas y su tiempo es reducido”.
Finalmente, en la estrategia para captar víctimas de este delito, la tal agencia indicó que garantizaba el transporte o un bono de $50.000 para movilizarse, y que cobraba $300.000 por cada hora de “servicio presencial”, de los cuales $200.000 son para la víctima. “Si el perfil de la chica es bueno la tarifa aumenta”, se lee también.
Plataformas virtuales son más usadas para atrapar víctimas de explotación sexual comercial
David Restrepo Campos, creador de El Corazón Azul e integrante del secretariado técnico de la Mesa contra la Escnna, explicó que en este momento las plataformas virtuales y las redes sociales son el portal más grande de las redes de explotación sexual comercial para captar a niñas, niños y adolescentes, una modalidad que ha crecido con fuerza en la última década, según señaló.
Los tentáculos de estas redes delictivas son tan largos, dijo el experto, que llegaron incluso a las plataformas de juegos en línea, que son muy peligrosos porque tienen chats activos en el ámbito internacional y se pueden propiciar conversaciones de los menores de edad con cualquiera. “La gran mayoría de los padres no tiene acceso ni conoce la clave de los chicos o con cuál nickname se meten a estos juegos. Hay gran facilidad de contactarlos y ofrecerles cosas sencillas en principio”.
Cosas sencillas que forman parte de las modalidades de este delito, como el caso que cuenta Restrepo Campos, de una niña de séptimo grado a quien contactaron por WhatsApp y le pidieron una foto en la que mostrara alguna parte íntima a cambio de transferirle $30.000. Muchas veces, agregó el experto, los menores de edad ni siquiera se percatan de la magnitud del asunto ni mucho menos de que están en riesgos altos o que son víctimas de un delito, con el agravante de que lo que empieza por una foto o un video escala a otras invitaciones.
En el caso de los recientes mensajes que recibieron las seis adolescentes, la agencia les indicó que les podría pagar el mismo cliente y luego ellas entregar la comisión correspondiente; o que el cliente le podría pagar directo a la agencia y esta transferir el dinero a la víctima.
Asimismo, indicó Restrepo Campos, hay un peligro altísimo con toda la información que, muchas veces sin mayores precauciones, se comparte en redes y plataformas virtuales. Contenido tan simple como fotos no explícitas de menores de edad en contextos familiares son utilizadas por las redes de pedófilos para distribuir en la web.
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“También hay que tener en cuenta que el delito de explotación sexual comercial es tan grande porque tiene ingreso a otros delitos, como el secuestro o la extorsión. Una niña estaba jugando en línea y conoció a una persona y esta la convenció para que le mandara fotos íntimas. Y resulta que esa información se la pilló el papá y la mamá y lo que sigue para la familia es un proceso criminal de extorsión”, sostuvo el integrante de la Mesa.
Lo cierto es que la virtualidad para establecer el contacto y atrapar a los menores de edad en la explotación sexual comercial gana cada vez más terreno. Y tiene un agravante que la Mesa contra la Escnna tiene más que identificado: adolescentes, niños y niñas víctimas luego son utilizados como “victimarios” para captar a otros menores de edad, amigos, compañeros de colegio.
Muchas de esas ofertas, según los datos que ha recopilado la Mesa contra la Escnna, que agrupa a sociedad civil, academia e institucionalidad hace más de una década, también incluyen ser modelo webcam, acompañantes de extranjeros, participación en eventos, invitaciones a fincas o apartamentos, entro otras.
De acuerdo con los datos que la Mesa consolidó de 2024, según la Fiscalía, entre las víctimas siguen siendo mayoría las niñas y adolescentes mujeres, con el 82% de los casos, lo que para Iván Muñoz, otro integrante del secretariado técnico está influenciado por la imagen sexualizada de las mujeres de Medellín, lo que es un factor de riesgo, según lo expuso hace unas semanas en una sesión del Concejo Distrital sobre este tema. Además, dijo que es preocupante que cada vez crece más la proporción de niños y niñas menores de 14 años que caen en las redes de Escnna.
Desde la Secretaría de Inclusión Social de Medellín no alcanzaron a enviar las respuestas a las preguntas hechas sobre este tema. Lo cierto es que el alcalde Federico Gutiérrez se comprometió desde que se posesionó en enero pasado a fortalecer las acciones para erradicar este delito y ha mostrado resultados como varias capturas de extranjeros y locales responsables de estos hechos, la devolución de turistas con antecedentes por violencias sexuales contra menores de edad y campañas en sitios como comercio, hoteles, turismo y transporte. Todo esfuerzo cuenta, pero los retos siguen siendo monumentales, según los expertos.
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