A cien días del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca con la promesa de volver a Estados Unidos “grande otra vez” hasta ahora, a expensas de miles de deportaciones y la imposición unilateral de aranceles, una acción del polémico Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) genera indignación y plantea, una vez más, la arbitrariedad con la que se están llevando a cabo las expulsiones de la nación norteamericana.
Y es que, durante el fin de semana se conoció, entre decenas de casos de deportación, el de tres niños que, pese ser ciudadanos estadounidenses, fueron enviados a Honduras.
El drama de dos familias migrantes
De acuerdo con la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) y el Proyecto Nacional de Inmigración, las deportaciones ocurrieron tras reuniones de rutina que las madres tenían programadas con funcionarios del ICE, en el estado de Luisiana. Los encuentros hacían parte del Programa de Comparecencia bajo Supervisión Intensiva (ISAP).
En un caso, una madre fue deportada con su hijo de 2 años, mientras que en el otro una mujer fue expulsada con sus hijos de 4 y 7 años, según informó CNN.
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Sobre el caso de la niña de 2 años, identificada en los registros judiciales como V.M.L., la cadena informó que fue detenida por el ICE el martes, 22 de abril, junto con su madre y su hermana de 11 años mientras “asistía a un control de rutina”.
El segundo caso es similar: la madre fue detenida el jueves 24 de abril, tras llevar a sus hijos a un registro de ISAP a las afueras de Nueva Orleans, según su abogada, Erin Hebert.
Según la abogada, la madre, quien ha vivido en el sur de Louisiana durante más de una década pero no tenía estatus migratorio legal, se le pidió que llevara a los dos niños y sus pasaportes a la cita.
Hebert le dijo a CNN que no le permitieron acompañar a la familia a la reunión y luego le informaron que tanto la madre como los niños habían sido detenidos. Más tarde, tras hablar con su cliente, se enteró de que dos agentes del ICE la estaban esperando en la cita.
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La abogada presentó una suspensión de deportación que ya había preparado con antelación a la reunión con su cliente, pero en la madrugada del viernes, 25 de abril, la familia fue embarcada en un avión, según Hebert, y llevada a Honduras.
“Mis clientes fueron deportados a las 24 horas de su detención, sin tener acceso a mí”, declaró la abogada.
Estas acciones, a los ojos de los abogados defensores, son el reflejo de una franca violación al debido proceso en los procedimientos migratorios.
Gobierno Trump se pronunció
El gobierno de Trump defendió su decisión de dejar que los tres niños de nacionalidad estadounidense fueran deportados con sus madres insistiendo que la decisión fue tomada por los padres.
“Si te quedas en este país ilegalmente y haces caso omiso de la orden de un juez sobre la autodetención, si decides tener un hijo ciudadano estadounidense sabiendo que estás en este país ilegalmente, te pones en esa posición. Pones a tu familia en esa posición”, dijo Tom Homan, el ‘zar de la frontera’ de la Casa Blanca, durante una rueda de prensa el lunes.
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Homan fue enfático en afirmar que el gobierno mantuvo a los niños con sus madres porque ellas “solicitaron” que sus hijos fueran deportados con ellas. “Es una decisión de los padres. (...) Un básico de la crianza, las madres tomaron esa decisión”, dijo.
El ‘zar de la frontera’, así mismo, intentó desmarcarse de las acusaciones de que el gobierno deportó a tres de sus ciudadanos. “No deportamos a ciudadanos estadounidenses. Los padres tomaron esa decisión, no el gobierno de Estados Unidos”, concluyó.