Los jugadores del histórico club risaraldense Deportivo Pereira están al borde de una ruptura definitiva, y anunciaron recientemente que no participarán en el próximo partido de la Liga BetPlay ante Águilas Doradas este viernes 24 de octubre, a raíz de deudas que se extienden a varios meses, según el propio plantel.
La crisis financiera en el club, en apariencia contenida, ha estallado ahora con más dureza, y los jugadores denuncian que el pago de salarios, seguridad social y otros conceptos no ha sido cumplidos y han decidido tomar cartas sobre el asunto. Le contamos todos los detalles de la crisis financiera del club pereirano.
¿Qué motivó el paro por parte de los jugadores del Deportivo Pereira?
El capitán Carlos Darwin Quintero expuso públicamente que “vamos para dos meses que nos deben en salarios y algunos conceptos” y destacó que hay futbolistas a los que se les adeudan seis y hasta ocho meses.
Más allá de los salarios, los jugadores denunciaron que el club no ha realizado los aportes a la seguridad social, lo que incluso ha generado que compañeros y sus familias pierdan el acceso a servicios de salud.
La asociación gremial Acolfutpro dio su respaldo al plantel y calificó la medida de “legítima” ante la vulneración sistemática de los derechos fundamentales de los futbolistas.
“Acolfutpro manifiesta respaldo a los futbolistas del plantel profesional del Deportivo Pereira, quienes han tomado la decisión de no disputar el partido programado por Liga BetPlay debido a inconformidad con los incumplimientos en el pago de obligaciones labores por parte del club”, manifiesta el sindicato de jugadores profesionales colombianos. Además, la asociación también ratificó que se trata de una situación insostenible, ya que los jugadores no cuentan con las garantías mínimas para ejercer su profesión de manera digna y segura.
¿Cuáles son los riesgos que trae este paro para el Deportivo Pereira?
Si este viernes el club no alinea a su plantel profesional, las consecuencias pueden ir más allá del resultado. Según la normativa de la Dimayor y el reglamento vigente, una no presentación implicaría pérdida del partido por walk-over y penalizaciones económicas, al tiempo que el Ministerio del Deporte ya advirtió que se está evaluando el reconocimiento deportivo del club por incumplimientos laborales (aunque, por ahora, no lo ha revocado).
Para el Pereira, que hace apenas unos años celebraba su primer título profesional en Colombia y participaba en torneos internacionales, se trata de una crisis institucional sin precedentes. El hecho de que jugadores reciban “seis a ocho meses” de impago no solo afecta al terreno de juego, sino al núcleo mismo de su funcionamiento y reputación.
La crisis del club no es de la noche a la mañana. A lo largo del año, Acolfutpro señala que el Pereira ha incurrido en reiterados retrasos en los salarios, en el incumplimiento de los convenios deportivos y en omisión de aportes a la seguridad social. En consecuencia, jugadores y sus familias han tenido que afrontar la suspensión de servicios de salud y la incertidumbre laboral.
El detonante actual fue el ultimátum del plantel que exige que la directiva presente un cronograma de pagos y cumpla antes del partido. Si no se presenta una solución, el club podría alinear al equipo sub-20 o arriesgarse a sanciones más severas.
¿Qué se viene para el Deportes Pereira con esta crisis financiera?
El gran interrogante es si el Pereira se presentará o no ante Águilas. La decisión del plantel ya tiene fecha límite (antes del partido del viernes) y el marco regulatorio indica que la no participación generará una derrota por 0-3 y podría inclinar la balanza en la pelea por los cuadrangulares de la Liga, favoreciendo incluso a terceros equipos.
A mediano plazo, el club podría afrontar sanciones administrativas: desde multas, pérdida de puntos, hasta la pérdida del reconocimiento deportivo que le habilita para jugar en la primera división. El Ministerio del Deporte ya aclaró que aún no lo ha hecho, pero el proceso está en curso.
Este caso del Pereira no es solo un problema interno de un club, sino un ejemplo del riesgo que enfrentan los jugadores profesionales cuando los clubes no cumplen sus obligaciones. El fútbol colombiano ha tenido antecedentes de equipos que desaparecieron o fueron relegados por crisis similares. La situación trasciende lo deportivo y toca cuestiones de derechos laborales, salud y estabilidad de familias enteras.
La situación del Pereira no es un caso aislado, en los últimos años, equipos históricos como Cúcuta Deportivo vivieron una pesadilla similar. En 2020 el Ministerio del Deporte le revocó el reconocimiento deportivo por incumplimientos laborales y de seguridad social, lo que lo dejó fuera de toda competencia profesional durante más de un año. También América de Cali, aunque por razones distintas, estuvo al borde de la desaparición cuando entró a la Lista Clinton, lo que provocó el cierre de sus patrocinios y una crisis económica que terminó con su descenso en 2011.
Otros clubes como Real Cartagena, Unión Magdalena y Atlético Huila también enfrentaron procesos administrativos o sanciones por impagos y deudas con jugadores, evidenciando una falla estructural que se repite en el balompié nacional. Por eso, la situación del Pereira no solo pone en riesgo a un equipo que hace poco levantaba un título, sino que reabre el debate sobre el control financiero y las garantías laborales dentro del fútbol profesional colombiano.
El plantel del Pereira ha dicho “basta”, o se paga o no se juega. Mientras tanto, la afición, los rivales y el organismo rector observan con tensión cómo se desarrolla esta historia. El desenlace podría marcar un antes y un después para la manera como se regulan los clubes en el país.
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