Este martes 29 de abril concluyó una de las fases más determinantes en el juicio penal que enfrenta el expresidente Álvaro Uribe Vélez: la presentación de pruebas por parte de la Fiscalía. Durante esta etapa, el ente acusador expuso testimonios, documentos e interceptaciones con las que busca sustentar la hipótesis de un presunto plan para manipular testigos a favor del exmandatario.
El cierre de esta fase estuvo a cargo de una investigadora de Policía Judicial adscrita a la Corte Suprema de Justicia, quien analizó las grabaciones obtenidas a través de las interceptaciones telefónicas al celular de Uribe, ordenadas en 2018 por el alto tribunal.
Según la Fiscalía, dichas interceptaciones contienen conversaciones clave para entender cómo se habrían buscado testimonios favorables mediante presuntos ofrecimientos o presiones.
A lo largo del juicio, la Fiscalía presentó a testigos centrales como el senador Iván Cepeda —quien figura como víctima en el proceso—, el condenado Juan Guillermo Monsalve —considerado testigo clave—, así como varios exintegrantes de grupos armados ilegales que habrían recibido visitas o comunicaciones relacionadas con el caso.
Para la Fiscalía, muchos de estos testimonios apuntan a un presunto intento de Uribe y su entorno de contactar reclusos para obtener versiones que desmintieran los vínculos del expresidente con el paramilitarismo.
Concluida la fase probatoria de la Fiscalía, el proceso entra en una nueva etapa: la presentación de pruebas de la defensa, liderada por el abogado Jaime Granados. El primero en ser escuchado será el propio Álvaro Uribe, quien rendirá declaración el lunes 5 de mayo de forma presencial ante el complejo judicial de Paloquemao, en Bogotá.
Esta intervención marcará un punto de inflexión en el juicio, que podría extenderse durante varios meses más y cuyo desenlace tendrá importantes implicaciones políticas y jurídicas para el país.