La noche se tiñó de verde antes de que Atlético Nacional volviera a pisar la cancha. Gracias al triunfo 0-2 del Internacional de Porto Alegre sobre Nacional de Uruguay, el equipo antioqueño aseguró su clasificación anticipada a los octavos de final de la Copa Libertadores 2025, sellando así su primer gran objetivo en el torneo continental.
La ecuación se resolvió sin necesidad de que el Verde jugara. Con ese resultado en Montevideo, el grupo tomó forma definitiva en cuanto a los clasificados. Internacional llegó a 8 puntos, se acomodó en la segunda casilla, y eliminó al decaído Nacional uruguayo, que quedó anclado con apenas 4 unidades. Bahía, que había sorprendido en la fase previa, permanece con 7 puntos y se jugará el todo por el todo en la última jornada.
Mientras tanto, Atlético Nacional, con sus 9 puntos ya cosechados en jornadas anteriores, observó desde la distancia cómo el panorama se aclaraba. La clasificación está en el bolsillo y la calma se respira en la sede de Guarne. Pero en Nacional nunca basta con cumplir: ahora la meta inmediata será asegurar el primer lugar del grupo, lo que le permitiría cerrar en casa los duelos de octavos.
En la fecha final, Nacional visitará a su homónimo de Uruguay en un duelo que, más allá de las estadísticas, conserva un valor simbólico. Será la oportunidad de reafirmar el buen momento del equipo dirigido por Javier Gandolfi y, de paso, confirmar el liderato de un grupo que en el papel lucía complejo.
Por otro lado, Bahía e Internacional protagonizarán un mano a mano decisivo. El equipo brasileño necesita ganar sí o sí para avanzar, mientras que al Inter le bastará con un empate para acompañar al conjunto paisa en la siguiente ronda. Será un duelo con aroma de final, un choque de estrategias y nerviosismo que Atlético Nacional observará con tranquilidad, pero también con interés, pues de ahí saldrá su próximo rival.
Con este paso, Atlético Nacional demuestra que está para grandes cosas. Luego de un inicio de año convulso, con cambios estructurales, nuevos fichajes y el regreso de referentes como David Ospina, el equipo ha encontrado su rumbo. La clasificación anticipada no solo alivia la presión, sino que ilusiona a una hinchada que sueña con reverdecer laureles en el máximo torneo continental.
El Verde ya cumplió su primer objetivo, pero en Medellín todos lo saben: la historia apenas comienza. Ahora, con la moral en alto y el boleto en mano, Atlético Nacional apunta más alto. Quiere más. Va por más. Porque en la Libertadores, soñar está permitido... y para Nacional, soñar es una costumbre.