Lo que empezó como una frase ligera en un Consejo de Ministros terminó en otro lío judicial para el presidente Gustavo Petro. Un ciudadano radicó una tutela que lo acusa de vulnerar derechos fundamentales como el buen nombre, la honra, la igualdad y la dignidad.
La controversia surgió el pasado 15 de septiembre, cuando el mandatario se refirió a los “Brayans” en un tono que muchos calificaron como estigmatizante.
“Muchachos perdidos en la vida, yo les llamo Brayans. En todo barrio popular hay un Brayan que se lleva a las mujeres quién sabe a dónde, y después las deja embarazadas y botadas. Uno de los mayores problemas de Colombia y Bogotá es la mujer embarazada. Los Brayans son hombres vampiros porque en la sociedad hay hombres y mujeres vampiros, codiciosos, que no protegen a la mujer y a sus crías”, dijo frente a su gabinete.
Sus palabras no tardaron en viralizarse y en convertirse en debate nacional. Mientras unos lo tomaron con humor y aprovecharon para campañas publicitarias que iban desde restaurantes hasta planes de viaje, otros reclamaron por el carácter discriminatorio de la expresión.
Entre estos últimos estuvo Jhon Brayan Enciso Quintero, quien decidió acudir a la justicia y presentó una acción de tutela alegando que le fueron vulnerados sus derechos fundamentales al buen nombre, la honra, la igualdad y la dignidad.
Al analizar los hechos, el Juzgado Segundo Civil de Oralidad del Circuito de Bogotá admitió la demanda y ahora le exige al presidente responder por sus declaraciones, que podrían obligarlo a rectificar lo dicho sobre quienes llevan ese nombre.
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“Se avoca el conocimiento de la acción de tutela instaurada por Jhon Brayan Enciso Quintero en contra del presidente de la República de Colombia, por la presunta vulneración de los derechos fundamentales al buen nombre, honra, igualdad y dignidad; trámite al cual se vinculará a la comisión legal de investigación y acusaciones de la Cámara de Representantes del Congreso de la República de Colombia, a la Presidencia de la República y a la Defensoría del Pueblo de Colombia”, se lee en el auto de admisión.