Las autoridades desmantelaron una red dedicada a la extracción y comercialización ilegal de oro en el nordeste y el Bajo Cauca antioqueño, una actividad que habría provocado daños ambientales significativos y movilizado millonarios recursos de origen ilícito.
Cinco presuntos articuladores del entramado fueron presentados ante un juez, señalados de coordinar frentes de minería ilegal, el transporte del mineral y la administración de las ganancias, en una operación que, según la Fiscalía, contó con apoyo de estructuras criminales y con pagos para obtener alertas anticipadas sobre operativos oficiales.
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Los implicados son, según la Fiscalía, María Consuelo Jiménez Salazar, quien sería la encargada de administrar el dinero producto de esta actividad ilegal y coordinar la obtención del metal y su venta; así como Yurley Orrego Trujillo y Luciano Antonio Arbeláez Ochoa, presuntos administradores de varios frentes de explotación ilícita de minerales.
Además de Jhon Wilmar Cabrera González, que tendría a su cargo el transporte de repuestos y la contratación de mecánicos para la reparación de la maquinaria amarilla utilizada en los entables mineros; y Bernardo de Jesús Orrego Barrios, al que se le atribuye el préstamo de un título minero para legalizar tres lingotes de oro que le fueron incautados a uno de los integrantes de la organización y así evitar su captura.
La investigación estableció que la organización utilizó maquinaria pesada en zonas ambientalmente sensibles y recurrió a mecanismos para aparentar legalidad del oro extraído, entre ellos el uso irregular de un título minero para eludir controles de las autoridades.
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