Con señales de alianza, sablazos a la política del nuevo presidente de Estados Unidos y evadiendo tocar la “papa caliente” de Ucrania, los líderes Vladimir Putin y Xi Jinping ratificaron que seguirán actuando como contrapeso de las potencias occidentales.
Los presidentes de Rusia y China mostraron su sintonía política ayer en el Kremlin, durante la visita del mandatario chino a Moscú, para las celebraciones del 80° aniversario de la derrota de los nazis en la Segunda Guerra Mundial
Putin habló de conversaciones “muy productivas” con “su querido amigo Xi”, que las calificó a su vez de “profundas, cordiales y fructíferas”. “Nos hemos puesto de acuerdo en muchos temas”, dijo el líder asiático.
El Kremlin indicó que se abordaron cuestiones de política, seguridad y relaciones económicas, pero no la guerra de Ucrania, por el momento.
“Continuaremos coordinando estrechamente nuestras posiciones”, aseguró el presidente ruso, que quiere “profundizar” la cooperación ruso-china.
Según Xi Jinping, la relación Pekín-Moscú inyecta “energía positiva” a un mundo en crisis y criticó la “tendencia” de Occidente al “unilateralismo” y al “acoso hegemónico”.
Los mandatarios señalaron, en una declaración conjunta, como “profundamente desestabilizadores” los planes del presidente estadounidense, Donald Trump, de construir un sistema de defensa antimisiles.
“El programa a gran escala ‘Cúpula Dorada para Estados Unidos’ recientemente anunciado, también es profundamente desestabilizador. El plan prevé explícitamente un refuerzo significativo del arsenal para llevar a cabo operaciones de combate en el espacio”, dice la declaración.
También cuestionaron la política arancelaria de Trump, que a juicio de ellos también desestabiliza.
“Ante el unilateralismo y el acoso hegemónico, China trabajará con Rusia para asumir las responsabilidades especiales de las grandes potencias mundiales”, dijo Xi Jinping a Putin.
Aún así, el ruso se apresuró a aclarar que “estamos desarrollando nuestros lazos en interés de los pueblos de ambos países y no en contra de nadie”.
¿Violación de la tregua?
La orden de Putin de enviar tropas a Ucrania el 24 de febrero de 2022 desencadenó un conflicto que ha causado la muerte de decenas de miles de militares y civiles en ambos campos. El ejército ruso todavía ocupa casi el 20% del territorio ucraniano.
Los esfuerzos para poner fin a las hostilidades, iniciados por el presidente Trump desde su regreso a la Casa Blanca, parecen estar en punto muerto.
Ucrania reclama un alto el fuego incondicional de 30 días antes de empezar negociaciones directas con Rusia, una petición que Putin rechaza.
A pesar de la entrada en vigor de la tregua anunciada por Putin hasta el sábado, el ministro de Exteriores ucraniano, Andrii Sibiga, acusó al ejército ruso de atacar “en toda la línea del frente” y habló de cientos de violaciones del alto el fuego.
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