La segunda división de la Liga Profesional de Fútbol de Burundi ha sido el escenario de un evento que ha traspasado las fronteras del continente, despertando un debate profundo sobre las tradicionales y las presiones que enfrentan los jugadores en el continente africano.
El fallecimiento del futbolista Igiraneza Aimé Gueric no solo generó profunda tristeza entre los aficionados y asistentes del evento deportivo, sino que abrió la puerta a una serie de prácticas culturales que estarían poniendo en riesgo la salud de quienes la practican. Le contamos cómo sucedieron los hechos y por qué se sospecha que estuvieron relacionados con magia negra.
El pasado sábado 20 de diciembre, durante un compromiso de la quinta jornada de la Liga Nacional B en el Centro Técnico Nacional de Ngagara, el club Les Guêpiers du Lac se enfrentaba al LLB Amasipiri Never Give Up. En medio de la intensidad del encuentro, el joven Igiraneza Aimé Gueric, de apenas 20 años, se desplomó súbitamente sobre el césped ante la mirada atónita de sus compañeros y rivales.
La desesperación se apoderó del estadio mientras el personal médico intentaba estabilizarlo, pero el destino fue irreversible. Gueric falleció durante el traslado al cetro asistencial, dejando un vacío inmenso en el fútbol burundés.
¿Cuáles fueron las causas del fallecimiento del futbolista?
Lo que inicialmente se reportó como un posible paro cardiorrespiratorio dio un giro cuando testigos y medios locales informaron que, instantes antes de caer, el futbolista se habría llevado un objeto metálico a la boca.
La principal hipótesis sugiere que Gueric ingirió accidentalmente una moneda, un acto que no respondería a una casualidad, sino a una práctica deliberada vinculada al gris-gris.
¿Qué es el gris-gris y cómo está relacionado con la muerte de Gueric?
El gris-gris, un concepto muy arraigado en el África Subsahariana y el Golfo de Guinea, se refiere a amuletos o talismanes que, según la creencia popular, otorgan protección contra el “mal de ojo” o brindan una ventaja sobrenatural en la competencia.
Expertos en cultura africana y portales especializados como Angata, explican que estos rituales son parte de un sistema de creencias donde el éxito deportivo no solo depende del entrenamiento físico, sino también del favor de fuerzas espirituales. En este contexto, el uso de monedas o pequeños objetos “consagrados” bajo la lengua o cerca del cuerpo es una costumbre documentada para “sellar la suerte del competidor.
Antecedentes del gris-gris en el fútbol
No es la primera vez que el fútbol africano se ve salpicado por el misticismo; casos previos en ligas de Tanzania y el Congo han mostrado a equipos enteros realizando recorridos específicos o enterrando objetos en el campo para neutralizar supuestos hechizos del rival.
Incluso en niveles de élite, figuras del fútbol continental han sido señaladas por recurrir a “marabúes” o guías espirituales. Un caso resonante en la prensa internacional, documentado por medios como France 24 y The Guardian, fue la controversia que rodeó a la selección de Senegal en mundiales pasados o las acusaciones internas en la selección de Francia vinculadas a Paul Pogba, en las que su hermano Mathias Pogba, acusó al entonces jugador de la Juventus de haber contratado un marabú para lanzar un “mal de ojo” contra su compañero de selección Kylian Mbappé.
Según la versión de Mathias, Paul quería que Mbappé sufriera una racha de mala suerte o lesiones para que no lo opacara en el equipo nacional. Pogba admitió ante los investigadores del caso, que sí había pagado a un marabú, pero negó que fuera para perjudicar a Mbappé, siendo la palabra de él contra la de su hermano.
La pronunciación de la Federación Burundesa de Fútbol
La FFB ha optado por la cautela institucional mientras las investigaciones oficiales avanzan para confirmar si la causa clínica del deceso fue asfixia por el objeto ingerido. “En estos momentos dolorosos, la Federación envía sus más sinceras condolencias a la familia del jugador, al club y a toda la familia del fútbol burundés”, expresó el organismo a través de un comunicado oficial difundido en las redes sociales, evitando profundizar en la naturaleza del ritual para no entorpecer el proceso legal.
Por ahora, el silencio en el Centro Técnico de Ngagara sirve como recordatorio de una tragedia donde la fe y el deporte se cruzaron de la forma más amarga. Mientras la comunidad espera los resultados de la autopsia, la muerte de Gueric reabre el interrogante sobre el límite entre la preparación profesional y las creencias ancestrales, que en esta ocasión, podrían haber cobrado una vida en un lugar donde solo debería haber recreación.
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