Descomunal, así estuvo el Paris Saint-Germain Football Club para conquistar su primera Champions League, el torneo de clubes más prestigioso de Europa que le venía siendo esquivo desde su fundación en 1970.
El equipo francés se impuso con brillantez (5-0) al Inter de Milán en la final celebrada ayer en el Allianz Arena (Múnich), un día histórico para el club de París con el español Luis Enrique Martínez en su banquillo y un doblete de Desire Doue.
La primera edición de la novedosa Champions se la quedó un PSG que, de menos a más, culminó su gran temporada con una exhibición para estrenar su palmarés en la Copa de Europa a lo grande. Achraf Hakimi, los dos tantos de Doue, Khvicha Kvaratskhelia y Senny Mayulu desquitaron a los parisinos de la final que perdieron en 2020.
Lo que no lograron hacer estrellas como Neymar, Messi y Kylian Mbappé, quienes compartieron en el equipo de París, lo consiguió esta nueva camada de jóvenes con buen fútbol y eficacia. Todos ellos, como si se tratara de un entrenamiento, mostraron una supremacía futbolística sorprendente. Arrollaron de principio a fin, fueron contundentes y mostraron orden en la zona defensiva.
Durante el tiempo en que Messi, Mbappé y Neymar jugaron juntos en el PSG, tuvieron dos entrenadores:
Mauricio Pochettino fue uno de ellos. Dirigió al equipo cuando Messi llegó en 2021 y durante la mayor parte de la temporada 2021-2022.
Y el otro Christophe Galtier, quient tomó el mando para la temporada 2022-2023, la última en la que el tridente jugó junto.
Messi llegó al PSG en 2021, uniéndose a Mbappé y Neymar, quienes ya estaban en el club desde 2017. Formaron un tridente ofensivo muy esperado, aunque no lograron el éxito en la Champions League que el club y la afición deseaban. El trío jugó junto durante dos temporadas.
Esta vez el PSG vino de menos a más. Fue 15° en la ronda inicial, en playoffs de 16avos venció al Brest (10-0), en octavos derrotó al Liverpool (2-1), en cuartos superó al Aston Villa (5-4) y en seminales al Arsenal (3-1).
No hubo mucho espacio para la emoción. El marroquí Achraf Hakimi abrió el marcador en el minuto 12, Désiré Doué firmó un doblete (20 y 63) y además marcaron el georgiano Khvicha Kvaratskhelia (73) y nada más entrar Senny Mayulu (87).
Pocas veces se vio una final tan desequilibrada. Nunca un equipo había ganado el título por cinco goles de diferencia: El PSG fue una apisonadora que sumó 23 disparos -ocho a portería-, por siete y dos para el Inter.
Con su incontestable triunfo, el PSG empieza a curar la profunda herida del fútbol francés con la competición que creó hace 70 años.
Una ‘Orejona’ 32 años después
Su corona se une a la del Marsella, lograda en 1993 también en Múnich. Pero el balance sigue siendo pobre: Ocho finales y dos ‘Orejonas’, las mismas que el Nottingham Forest (1979 y 1980).
Había sido un sábado festivo en Múnich: Cielo azul y 30 grados, las calles repletas de hinchas, los muniqueses se bañaban en el río, un concierto de Dua Lipa casi en simultáneo a la final...
Y largas horas de espera en los hoteles para los futbolistas, centrados en encontrar el punto de motivación exacto, como insistieron en la previa: No es un día cualquiera, pero tampoco conviene añadirle presión extra.
El PSG clavó la búsqueda de este equilibrio: Desde el saque inicial sometió al Inter a un baile basado en la circulación rápida y el intercambio de posiciones en ataque que desarboló la poblada defensa italiana.
Así llegó el primer gol. En el desenlace Vitinha filtró el pase para Doué y el 14 sirvió en bandeja a Hakimi, que marcó a puerta vacía delante del fondo ocupado por la hinchada interista, a la que inmediatamente pidió disculpas con las manos -fue su anterior equipo-.
Impotencia ante plenitud
Cuando el Inter por fin fue capaz de merodear el área rival le llegó el segundo golpe. Apareció el ecuatoriano Willian Pacho para limpiar el balón antes de que saliera por la línea de fondo y con su despeje arrancó una contra que dirigió con maestría Ousmane Dembélé hasta encontrar a Doué en la banda contraria.
El nuevo ‘golden boy’ del fútbol francés no se lo pensó y soltó un pelotazo que tocó Federico Dimarco para descolocar a Yann Sommer. Rodillas al suelo deslizándose por el césped y brazos cruzados para entrar en la historia a los 19 años.
Con 2-0 en contra en 20 minutos, el escenario inverso al que tuvo en los dos partidos contra el Barcelona en semifinales, al Inter le tocaba revolucionar su juego. Su técnico Simone Inzaghi se desgañitaba en la banda sin éxito.
No le alcanzaba ante un rival en plenitud: Su primer tiro entre los tres palos llegó en el minuto 75.
El PSG había tenido muy cerca el KO definitivo: Kvaratskhelia rozó los postes en dos ocasiones consecutivas con el tiempo cumplido (45+2) y continuó acumulando disparos en la segunda mitad hasta dar con la diana (73).
Dos goles y una asistencia para Doué
Diez minutos antes, el segundo de Doué: Dembélé taconeó para Vitinha, otro pase al hueco del portugués, y sentencia del internacional francés, que esta vez optó por quitarse la camiseta ante el fondo de hinchas parisinos.
La guinda la puso Mayulu, nada más pisar el césped, tras combinar con Barcola.
La ‘Orejona’, posada en el césped casi dos horas antes por los argentinos Javier Zanetti y Javier Pastore, la levanta al cielo de Múnich el brasileño Marquinhos, para la eternidad el primer capitán del PSG en coronar la cima.