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A poco más de seis meses para la primera vuelta presidencial, el mapa político colombiano sigue marcado por una paradoja: mientras los precandidatos aceleran alianzas, consultas y movidas, varios de los partidos tradicionales –y con mayor número de escaños en el Congreso– aún no logran definir una carta propia o al menos un apoyo visible y concertado para 2026.
El Liberal, la Alianza Verde, La U y Cambio Radical se mueven entre cálculos internos, apuestas por coaliciones y la expectativa de encuestas o consultas que les permitan medir riesgos a la hora de hacer sus apuestas. El temor es palpable: quedar aislados en una contienda cada vez más abierta e impredecible con miras al proceso electoral que marcará el primer semestre del año.
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Los apoyos, aunque informales y aún intangibles, están divididos entre los precandidatos que hoy puntean en los sondeos. Iván Cepeda, del Pacto Histórico (31,9 %, según la más reciente encuesta Invamer); Abelardo de la Espriella (18,2 %), o Sergio Fajardo (8,5 %).
Incluso, en el ramillete se cuentan algunos que, aunque aún no tienen un marcado favoritismo, tendrían potencial de crecimiento. Allí se cuentan Claudia López (4,1 %); Juan Carlos Pinzón (2,9 %), o Germán Vargas Lleras (2,1 %).
En el Partido Liberal las expectativas de tener candidato propio parecen nulas. Aun cuando son una de las colectividades con mayor número de senadores y representantes a la Cámara, sumado a numerosos concejales, diputados, alcaldes o gobernadores, los liberales no cuentan con una apuesta propia para 2026.
“Personalmente no lo veo. Hoy no veo candidato del Partido Liberal. Hay algunos que están pendientes, pero no lo veo. Es un tema que hay que tratarlo con mucha sensatez y con mucha madurez. Si no tenemos el candidato, busquemos quién es la persona a la cual podemos apoyar”, dijo semanas atrás a este diario el presidente del Senado, Lidio García, nada menos que la cabeza de lista de la colectividad y uno de los congresistas más cercanos al expresidente César Gaviria, director del Partido Liberal.
Si bien uno de los pocos que se atrevió a alzar la mano y reivindicarse como precandidato del partido fue el senador Mauricio Gómez Amín, al final se bajó de su aspiración para respaldar al abogado Abelardo de la Espriella.
Justamente, varios de los apoyos de la colectividad hoy parecen estar inclinados al jurista, aunque persiste una corriente que –como se evidenció con creces en pasadas legislaturas– también simpatiza con el proyecto del saliente presidente Gustavo Petro y estaría dispuesta a apoyar a candidatos como el hoy senador Iván Cepeda Castro.
En los verdes los apoyos están aún más divididos. Allí, según congresistas consultados por EL COLOMBIANO, se da como un hecho que a estas alturas de la contienda no dan los tiempos para tener candidato propio, por lo que cada corriente interna comienza a racionar sus respaldos.
En el listado hay cabida para la exalcaldesa Claudia López, así como para el exgobernador Sergio Fajardo, Camilo Romero e incluso, el exministro Juan Fernando Cristo. Inclusive, hay un sector preponderante que respalda a Iván Cepeda.
“Hasta el día de hoy no ha pasado nada. El partido no envió carta para la consulta; es decir, los verdes no estaremos en ese proceso, pero todavía existe la posibilidad de que tenga candidato, que declare la libertad para que cada cual escoja a su preferencia o se adhiera a uno. Caben las tres posibilidades”, explicó un congresista que accedió a hablar bajo el anonimato.
Al parecer, la salida que dejaría contentas a las mayorías sería que cada cual quedara en libertad para respaldar al candidato de su preferencia. “Imagine a un Jota Pe (Hernández) teniendo que apoyar a Cepeda o a Inti Asprilla haciéndole campaña a Abelardo. Eso no va a pasar, lo mejor es que nos dejen en libertad”, declaró otro congresista. “El tema de la libertad es lo más probable, pero aún no es un hecho”, remató.
Oposición, dividida
En Cambio Radical, uno de los partidos más visibles de la oposición, la carta parece ser una sola: el ex vicepresidente Germán Vargas Lleras. Si bien la mayoría de la bancada respalda al también exministro, siguen a la espera de que su condición de salud le permita dar el salto y arrancar una campaña en firme.
“Él incluso sonó para ser cabeza de lista al Senado, pero al final no fue. No sabemos aún qué camino tomará”, explicó un senador, precisando que el mejor escenario sería tener candidato propio a través de Vargas Lleras; sin embargo, aspirantes como Abelardo de la Espriella o el exministro Juan Carlos Pinzón también son de buen recibo para la mayoría.
“A este paso, con esta obstinación y con esta proliferación de candidaturas, no habrá unidad, no habrá coalición posible. Por el espejismo de que ‘todos pueden ganar’, por la negativa de construir y comprometerse con un mecanismo efectivo y por la obsesión de ‘hacerse contar’, nos enfrentamos a que cada uno querrá figurar en el tarjetón, sin entender que así lo único que hacen es entregarles la elección al Gobierno y a sus aliados”, alertó semanas atrás el propio Vargas Lleras.
Finalmente se cuenta el Partido de La U, otra de las colectividades con numerosa presencia legislativa y regional, pero que desde el mandato de Juan Manuel Santos no logra consolidar un candidato propio. “Ya los tiempos no dan para tener un aspirante de la entraña, estamos evaluando escenarios y analizando a quién podríamos apoyar”, afirmó un senador.
Si bien en La U parecen más inclinados por un candidato de derecha o centro-derecha como De la Espriella o Pinzón, también hay un sector que desde ya parece estar inclinado a Roy Barreras. El otrora senador de esa colectividad conserva cierto dominio y simpatía en esas toldas, por lo que algunos no descartan que el camino sea dejarlos en libertad para hacer campaña en autonomía.
Ya Barreras le lanzó un guiño a un sector de La U cuando en la lista al Senado de su partido, La Fuerza, decidió incluir a Olga Milena Flórez Sierra, esposa del exsenador Musa Besaile Fayad, condenado por escándalos como el Cartel de la Toga o Fonade. Besaile —uno de los caciques electorales de Córdoba— compartió curul en la bancada del Partido de La U con el entonces senador Barreras, y su hermano, John Besaile Fayad, busca asegurar en 2026 el escaño que actualmente tiene en el Senado por esa colectividad.
Lo que salta a la vista es que la indefinición de estos partidos, más allá de ausencia de liderazgos internos, pone de presente el riesgo de que su peso político quede diezmado y terminen siendo apenas vagones de coaliciones ajenas, más que actores principales. Mientras muchos parecen seguir concentrados en la campaña al Congreso, algunos parecen estar condenados a llegar tarde a una contienda que desde ya se juega con intensidad. ¿Seguirán siendo actores de reparto?
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Comunicador social y periodista de la Universidad Central, especializado en Gobierno, Gerencia y Asuntos Públicos de las universidades Externado y Columbia. Experto en asuntos políticos, parlamentarios y de Gobierno. Subeditor de la sección Actualidad.