Sin embargo, no es el primer departamento colombiano que recibe esta clasificación. El 17 de abril de este año, el Departamento de Estado de Estados Unidos ya había actualizado sus alertas de viaje para Colombia.
Aquella fue una alerta tipo 4 (que recomienda directamente no viajar al lugar), pero había sido emitida únicamente para los departamentos de Arauca, Cauca (excepto Popayán), y Norte de Santander. También incluyó la zona fronteriza del país con Venezuela.
En ese momento, el país norteamericano aseguró que “los delitos violentos, como asesinatos, asaltos y robos, son comunes en muchas zonas de Colombia. En algunos lugares, el crimen organizado está descontrolado. Esto incluye la extorsión, el robo y el secuestro”, y añadió que había riesgo de atentados terroristas en esas zonas.
Estas mismas advertencias fueron emitidas hoy para el Valle del Cauca, y desde el ente de seguridad estadounidense agregaron que “debido a los riesgos actuales, algunos empleados del gobierno de Estados Unidos que trabajan en Colombia tienen prohibido viajar a esta zona (Valle)”.
Los funcionarios estadounidenses que desarrollan funciones diplomáticas en nuestro país también tienen prohibido utilizar motocicletas, tomar taxis en la calle o usar transporte público no autorizado, así como acercarse a las fronteras terrestres sin permiso especial.
Según la alerta, el peligro es inminente, no solo para funcionarios del Gobierno, sino también para turistas y nacionales. Además, advirtieron que varios lugares físicos podrían ser atacados. Entre ellos hoteles, atracciones, edificios gubernamentales, centros comerciales, centros de transporte y restaurantes.
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También señalaron que las manifestaciones políticas que ocurren a lo largo del territorio colombiano podrían agravar la situación de inseguridad, debido a que, según señala la entidad estadounidense, estas podrían “cerrar carreteras y autopistas sin previo aviso o plazos estimados de reapertura, provocar cierres de carreteras que reducen el acceso al transporte público, interrumpir los viajes dentro y entre las ciudades”, o, agregaron, las protestas podrían volverse violentas y resultar en muertes y lesiones.