Dicen que Navidad sin pólvora no es Navidad, pero este año se lo tomaron muy a pecho; la prueba es la cantidad de detonaciones que se han escuchado en varias subregiones y el inusitado incremento en la cantidad de quemados, las más alta en los últimos ocho años, y eso que todavía falta el 31 de diciembre, la segunda fecha más crítica, junto con la alborada. ¿Qué pasó con las campañas y los operativos?
Con corte al 28 de diciembre, en Antioquia se han registrado 136 quemados con los voladores, papeletas, chorrillos y demás artefactos fabricados con pólvora y que son usados como parte de los festejos navideños, más allá de las múltiples leyes que restringen su uso y venta en los 125 municipios de Antioquia.
Lo más delicado es que en el departamento la cantidad de afectados viene en una escala ascendente año a año. Por ejemplo, en 2017 la cantidad de lesionados a esta fecha era de 51. Ya para 2021, rozaban el centenar, pero aún distante a la cifra que se tiene para este año.
En este 2025 lo más delicado es que hubo 41 menores de 18 años que resultaron lesionados usando estos elementos, pese a las duras sanciones que hay para los mayores cercanos que deberían ser responsables. Esto sumado a que hubo 13 personas de todas las edades que perdieron alguna extremidad.
Medellín, claramente concentra la mayoría de los quemados en el departamento con 61 personas, de las cuales 20 eran menores de 18 años y de estas, seis tienen menos de 11 años. En la ciudad también se ha visto esta escalada ascendente en la cantidad que demados, ya que en 2018, por ejemplo, para esta época, apenas se contaba una decena de lesionados.
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¿Qué pasó?
Para evitar que se llegaran a estas cifras de quemados, con riesgo de que en Antioquia se pase por primera vez la brecha de los 200 lesionados en más de una década, las autoridades lanzaron sus respectivas campañas navideñas contra el uso de pólvora y la Policía se encargó de hacer controles en corredores viales y sitios donde se tuviera conocimiento de la venta y almacenamiento.
Sin embargo, esto dejaría claro que todas estas labores se quedaron cortas y que quienes venden y la manipulan artefactos de pirotecnia aprovechan cualquier oportunidad para evadir la ley. Incluso se habla de que desde mediados de año se comienzan a conseguir, aprovechando que en ese momento las miradas están dirigidas a otro lado.
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Eso quedó en evidencia cuando en el municipio de La Ceja, Oriente antioqueño, la Policía Antioquia incautó 200 voladores, 1.500 chorrillos, 500 tacos, 1.000 papeletas para voladores y 240 kilos de pólvora negra, más 400 metros de mecha lenta para armar estos artefactos. Todos estos elementos se encontraban ocultos dentro de una casa de la zona urbana.
Para colmo, aún con las autoridades pendientes de cualquier movimiento sospechoso con la pólvora, estas personas la continúan transportando en vehículos particulares, con mínimos protocolos de seguridad, exponiéndo a los demás usuarios de las vías.
Así pasó en El Peñol, hacia donde dos personas llevaban 2.400 voladores y otros elementos explosivos, los cuales fueron incautados por la Policía Antioquia y que estaban avaluados en $20 millones.
Pero lo que deja en evidencia lo poco efectivos de estos operativos se evidenció el pasado 17 de diciembre en el estadio Atanasio Girardot, donde las autoridades lograron incautar 200 kilos de pólvora, pero dentro del escenario deportivo, en el marco de la final de la Copa Colombia entre Medellín y Atlético Nacional, se detonaron toneladas, ante la mirada del mundo y el poco crédito de las autoridades. En este juego hubo cinco quemados, dos con amputaciones.
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¿Y las campañas?
Esto ocurrió pese a que la Gobernación de Antioquia lanzó el pasado 24 de octubre, con bombos y platillos, la campaña Valentín Sin Pólvora, en la que mediante un videojuego, una guia didáctica, un cuento e instrumentos para colorear con los que se buscaba generar conciencia en la población más joven sobre los riesgos de usar estos elementos explosivos. Esto sumado a campañas en fiestas municipales, finales de fútbol e instituciones educativas.
Por su parte, la capital antioqueña empezó desde el 9 de octubre con su estrategia Medellín es antipólvora, Medellín es como Vos, en la que mediante el uso de publicidad y acercamiento con las comunidades se buscó crear conciencia ciudadana sobre los riesgos de quemar la pólvora.
Pero las evidencias indican que todo quedó en buenas intenciones y las autoridades se refugian en el argumento de que esto es un proceso a largo plazo.
Rita Almanza Payares, la líder de epidemiología de la Secretaría de Salud, explicó: “Nosotros sabemos que una campaña genera recordación pero realmente parte de la familia la promoción del autocuidado y el acompañamiento a los menores de edad para que no busquen el peligro”.
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Desde la seccional de Salud de Antioquia señalaron que la dificultad es que la generación más jóven es la que usa estos elementos, en muchos casos como juego, y retieraron que continuarán con la labor pedagógica para que este diciembre quede en un simple mal recuerdo frente a este tema.
Bloque de preguntas y respuestas
- ¿Cuántos quemados con pólvora van en Antioquia?
- Con corte al 28 de diciembre, Antioquia registra 136 personas lesionadas, la cifra más alta en ocho años, con riesgo de superar los 200 casos al cierre de diciembre.
- ¿Cuántos menores han resultado quemados?
- Al menos 41 menores de 18 años han sufrido lesiones, incluidos niños menores de 11 años, pese a sanciones para los adultos responsables.
- ¿Por qué siguen aumentando los casos?
- Autoridades admiten que la venta ilegal, el transporte clandestino y la normalización cultural del uso de pólvora superan la efectividad de campañas y operativos.