El reciente anuncio del aumento del salario mínimo decretado por el Gobierno Nacional encendió las alarmas en el sector de bares y restaurantes en Antioquia.
Desde la Asociación de Empresarios de Bares y Restaurantes (Asobares), advierten que la medida, sumada a reformas laborales y cargas tributarias recientes, podría profundizar la informalidad, provocar pérdida de empleos y encarecer el consumo para los ciudadanos.
En dialogo con EL COLOMBIANO, Juan Pablo Valenzuela, presidente de Asobares en Antioquia, explicó que el sector ya venía asumiendo un fuerte incremento en sus costos laborales tras la reforma que anticipó el inicio de la jornada nocturna de las 9:00 p. m. a las 7:00 p. m., lo que elevó los recargos nocturnos.
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A este panorama se suman los decretos expedidos en el marco de la emergencia económica, que aumentaron los impuestos a cervezas y licores, principal materia prima del sector. Según Valenzuela, estos tributos encarecerán los precios de los licores hasta en un 30%, presionando aún más la cadena de abastecimiento.
Con el nuevo salario mínimo, Asobares estima que los costos laborales totales podrían aumentar cerca de un 45%.
“Es demasiado alto. Formalizar un empleo en este sector cada vez será más inviable. Va a ser cada vez más difícil que el que hoy está con un puesto informal se formalice. Y la potencialidad de que los empleos formales que tiene consolidado el sector o se pierdan definitivamente o se informalicen”, advirtió el dirigente gremial.
El impacto, según Asobares, recaerá principalmente sobre las micro, pequeñas y medianas empresas, que representan el 97% del sector. En Antioquia, el gremio agrupa cerca de 450 establecimientos, muchos de los cuales podrían enfrentar serias dificultades para sostener su operación en 2026.
Asobares recordó que durante la pandemia el 39% de las empresas del sector desapareció, un antecedente que hoy vuelve a generar preocupación. Otro de los efectos previstos es el traslado de los mayores costos al precio final para el consumidor, lo que podría reducir la demanda, especialmente del consumo local.
“Nuestro sector no hace parte de la canasta básica. Entonces, las personas van a sacrificar esa salida por la noche a cenar, a rumbear, esto nos tiene bastante preocupados....Yo lo llamo crisis, tanto por el tema de sus costos laborales como el tema de sus costos tributarios. Eso es algo que de pronto ahora no tiene mucho “boom”, pero estamos seguros de que nos va a dar muy duro”, explicó.
Si bien el turismo podría amortiguar parcialmente la caída del consumo, gracias al flujo de visitantes extranjeros, el gremio considera que no será suficiente para compensar el impacto general.
Desde Asobares reiteraron el llamado al Gobierno nacional y a las administraciones locales para que se generen incentivos que ayuden a mitigar la carga sobre los empresarios, como alivios tributarios o programas de apoyo al empleo nocturno.
“Siempre hemos estado del lado de que las condiciones laborales se pueden mejorar, eso no ha estado en discusión, pero desde el diálogo y la concertación. Nuestro sector emplea un poco más del 54% de las mujeres, el 28% de nuestras personas contratadas están entre 18 y 28 años de edad, cuando hablamos del primer empleo, como mesero, bartender y demás, uno de cada tres personas es de nuestro sector”, concluyó Valenzuela.
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