Desde la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) su Cámara de Transporte de Pasajeros fueron rechazados de forma contundente los hechos ocurridos en la noche del domingo en el sector conocido como La Paulina, jurisdicción del municipio de Valdivia, al norte de Antioquia.
En este punto de la vía que comunica a Medellín con Caucasia, un bus de la empresa Expreso Brasilia fue objeto de un ataque que derivó en su incendio total.
Para el gremio, este hecho constituye una grave afectación a la operación del transporte terrestre intermunicipal y evidencia los riesgos de seguridad que enfrentan los corredores viales estratégicos del país.
La Andi y la Cámara de Transporte de Pasajeros advirtieron que la violencia tiene un impacto directo y severo sobre el transporte terrestre de pasajeros. Este tipo de ataques pone en riesgo la vida e integridad de pasajeros, conductores y demás actores viales, además de afectar la confianza y la percepción de seguridad de los usuarios que dependen de este servicio esencial.
Asimismo, señalaron que estos hechos afectan la continuidad del servicio y generan pérdidas materiales y operativas para las empresas transportadoras.
El transporte terrestre de pasajeros cumple un papel fundamental en la conectividad del país, al facilitar el acceso de miles de ciudadanos a servicios de salud, educación, empleo y actividades productivas. Atentar contra los vehículos y la operación no solo impacta a las empresas del sector, sino que vulnera el derecho de los usuarios a una movilidad segura y continua, indispensable para la integración regional y el desarrollo económico.
Colfecar condena el paro armado y alerta por afectación nacional
A este rechazo se sumó la Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera (Colfecar), que condenó de manera categórica el paro armado de 72 horas decretado por el ELN y la violencia sistemática ejercida contra el sector transportador en los últimos días.
Desde el gremio manifestaron su impotencia e indignación ante los ataques con armas de fuego contra vehículos de carga, la quema de un bus de servicio público, la activación de un artefacto explosivo en un peaje y la instalación de cilindros bomba en distintos puntos de la red vial nacional. Según Colfecar, estos hechos buscan sembrar miedo, zozobra y paralizar al país.
Colfecar advirtió que, aunque este tipo de paros armados se iniciaron en el departamento del Chocó, la amenaza hoy tiene un alcance nacional. La situación afecta gravemente a un sector que moviliza más del 97% de la carga terrestre de Colombia y que garantiza el abastecimiento de alimentos, medicamentos, combustibles e insumos básicos para millones de colombianos.
El gremio subrayó que estos actos terroristas no son hechos aislados ni pueden normalizarse, pues atentar contra el transporte es atentar contra la economía, el empleo, la seguridad alimentaria y los derechos fundamentales de la población.
Tanto la Cámara de Transporte de Pasajeros de la Andi como Colfecar expresaron su solidaridad con la empresa Expreso Brasilia, sus trabajadores y los pasajeros afectados por los recientes hechos de violencia. De igual forma, hicieron un llamado a las autoridades nacionales, departamentales y locales para reforzar de manera urgente las medidas de seguridad en los corredores viales estratégicos.
Colfecar exigió al Gobierno Nacional acciones contundentes, inmediatas y eficaces para proteger la vida de los conductores, la infraestructura vial y la operación logística del país. Los gremios coincidieron en que la violencia no puede seguir imponiendo su ley en las carreteras de Colombia.
“Ni un ataque más contra quienes mueven al país. Ni un silencio más frente al terror”, concluyó el gremio transportador.