El presidente Donald Trump reconoció que un cierre del Gobierno federal “podría ser” inevitable si los demócratas no ceden en la negociación para ampliar el gasto público hasta noviembre. La advertencia llega en medio de un tenso pulso con la oposición, que exige revertir recortes a programas de salud y educación a cambio de sus votos en el Senado.
La Casa Blanca ya ordenó a las agencias preparar planes de despido masivo bajo el argumento de una “reducción laboral” (RIF, por sus siglas en inglés), lo que marcaría una diferencia respecto a cierres anteriores, cuando los trabajadores federales eran enviados a casa con licencias temporales sin sueldo. Un memorando de la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB), filtrado a la AFP, instruyó a las dependencias federales a evaluar el envío de avisos de terminación de contrato y eliminar cargos que no encajen con la agenda de la administración.
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Los republicanos, con mayorías ajustadas en ambas cámaras, lograron aprobar en la Cámara Baja una extensión del presupuesto, pero en el Senado necesitan siete votos demócratas adicionales. La minoría opositora, liderada por Chuck Schumer y Hakeem Jeffries, se niega a respaldar la iniciativa si no incluye recursos para Obamacare, Medicaid y otros programas sociales.
De hecho, Chuck Schumer, lanzó un mensaje directo en su cuenta de X: “Donald Trump está haciendo que la atención médica en Estados Unidos sea más costosa. Está a punto de cerrar el Gobierno por eso. Y está a punto de encarecer aún más el precio de los medicamentos recetados con sus nuevos aranceles”