En su primera entrevista con los medios tras ser elegido como líder de la Iglesia católica, el papa León XIV lanzó duras críticas al creciente desequilibrio económico en el mundo y habló sobre su identidad como el primer pontífice estadounidense y, a la vez, el primero con ciudadanía peruana.
En diálogo con el medio especializado en la cobertura de temas religiosos Crux, el papa advirtió que la brecha entre los trabajadores y los grandes empresarios alcanzó niveles “alarmantes” en las últimas décadas.
“Los directores ejecutivos que hace 60 años podrían haber ganado de cuatro a seis veces más de lo que reciben los trabajadores... ahora ganan 600 veces más de lo que recibe el trabajador promedio”, señaló.
El pontífice de 70 años también se refirió al camino de magnates como Elon Musk, quien se rumoreaba que estaba en vías de convertirse en el primer trillonario del mundo tras una ambiciosa oferta de Tesla.
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Para el papa León XIV, esa acumulación extrema de riqueza plantea un dilema. “¿Qué significa eso y de qué se trata? Si eso es lo único que tiene valor, entonces estamos en serios problemas”, afirmó.
Más allá de sus posiciones sobre los multimillonarios alrededor del mundo, el papa León abordó un aspecto personal y se refirió a su identidad como el primer papa nacido en Estados Unidos y el primero con lazos latinoamericanos.
Consultado sobre con cuál de esas perspectivas se siente más identificado, respondió que con ambas. “Obviamente soy estadounidense y me siento profundamente estadounidense, pero también amo mucho a Perú, al pueblo peruano; eso forma parte de mí. Pasé la mitad de mi vida ministerial en Perú, por lo que la perspectiva latinoamericana es muy valiosa para mí”, explicó.
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Además, el sumo pontífice dijo que esto le permite mantener un vínculo cercano con la visión de su antecesor, el papa Francisco. “Creo que eso también se refleja en mi aprecio por la vida de la Iglesia en Latinoamérica, lo cual fue significativo tanto para mi conexión con el papa Francisco como para mi comprensión de parte de la visión que el Papa Francisco tenía para la Iglesia y cómo podemos continuar desarrollándola en términos de una verdadera visión profética para la Iglesia hoy y mañana”, expresó.
La entrevista también dejó espacio para preguntarle al papa a quién animaría en un eventual partido del Mundial entre Estados Unidos y Perú. “Probablemente Perú, y solo por los lazos afectivos. También soy un gran fan de Italia... La gente sabe que soy fan de los White Sox, pero como Papa, soy fan de todos los equipos”, dijo entre risas.
El pontífice recordó que incluso en su propia casa aprendió a no alimentar rivalidades deportivas. Su madre era seguidora de los Cubs, mientras él apoyaba a los White Sox. “Aprendimos, incluso en los deportes, a tener una postura abierta, dialogante, amistosa y no competitiva en situaciones como esa, ¡porque de haberlo sido, quizás no habríamos tenido cena!”, concluyó.