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Con historias como la de doña Alicia Álvarez, creadora de Metrocremas, y Pedro Juan Moreno, joven piloto, Claro lanza su campaña “Antioquia nos enseña a llegar lejos” para ofrecer un servicio más cercano y romper fronteras.

  • Doña Alicia Álvarez con sus cremas. Fotos: Esneyder Gutiérrez
    Doña Alicia Álvarez con sus cremas. Fotos: Esneyder Gutiérrez
  • Pedro Juan Moreno, piloto con gran proyección nacional e internacional. Foto:
    Pedro Juan Moreno, piloto con gran proyección nacional e internacional. Foto:
hace 15 horas
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En lo alto del barrio La Aurora, en Medellín, un cajón con forma de metrocable baja por cable desde un quinto piso. Dentro lleva una crema casera, que doña Alicia prepara con la receta familiar que heredó de su tía Rosa Elvia. A muchos kilómetros de allí, en otro punto de la ciudad, un joven de 17 años se sube a un simulador de carreras. Es Pedro Juan Moreno, piloto antioqueño de Claro y de la Escudería Telmex, que ya ha competido en Europa y que sueña con llegar a la Fórmula 1.

Ambos tienen algo en común: han convertido las dificultades en oportunidades, la creatividad en una herramienta de vida y los sueños en motores de acción. Con ingenio y berraquera, estas dos historias le recuerdan a Claro que la conexión más poderosa no es la de los cables, sino la que nace del compromiso con la gente y, por esto es que su campaña se llama “Antioquia nos enseña a llegar lejos”.

Desde el balcón con amor: Metrocremas

La historia de doña Alicia Álvarez comenzó como la de muchas mujeres en pandemia: buscando una forma de sostener su hogar. Así, con la ayuda de su hijo Juan Peña, usó una vieja canasta para entregar empanadas y pasteles desde su balcón. Con el tiempo y, con el recuerdo de los helados que vendía su familia en Robledo, decidó retomar la receta tradicional y adaptarla a su realidad.

Una vecina les dio la idea de convertir esa canasta en un “metrocable de cremas”. Así nació el icónico Metrocremas, un pequeño vagón de madera que baja por un cable para entregar pedidos y dar felicidad de sabores. La comunidad acogió este emprendimiento y medios de comunicación de todo el país replicaron la historia. Hoy, los niños del barrio esperan su turno para ver cómo baja su helado desde las alturas y turistas llegan hasta el barrio La Aurora para conocer a doña Alicia y probar sus delicias. Tiene varias licuadoras, un sistema de marcación casero para no confundir las mezclas y más de 11 sabores: maracumango, chicle, bocadillo con queso, Oreo, mango biche y otros más que surten conforme la demanda. En un solo día pueden preparar hasta 250 cremas.

Más allá del balcón, Metrocremas ha sido un impulso para su comunidad: desde los proveedores locales de leche y fruta hasta los amigos que los apoyan con tecnología, redes sociales y gestión. Claro también ha sido parte de ese impulso al invitarla a ser imagen de la campaña “Antioquia nos enseña a llegar lejos”, que le permitió mejorar su negocio y abrirse a nuevas oportunidades.

“El ingenio es eso,: buscarle solución a lo que parece imposible. Uno como paisa no se queda quieto”. Alicia Álvarez, fundadora de Metrocremas.

Pedro Juan Moreno, piloto con gran proyección nacional e internacional. Foto:
Pedro Juan Moreno, piloto con gran proyección nacional e internacional. Foto:

A toda velocidad: Pedro Juan Moreno

A los cinco años, Pedro Juan Moreno ya sabía qué quería ser: piloto. Con un padre que también había corrido en el pasado, creció entre motores, autódromos y transmisiones de Fórmula 1.
Pero su camino fue todo, menos fácil. En Medellín no había pista, y la familia no contaba con los recursos para viajar constantemente a Bogotá.

¿La solución? Entrenar en parqueaderos de centros comerciales, en el colegio, con conos, cronómetro y convicción. “Nos la cranéabamos todo el tiempo”, cuenta Pedro Juan. Lo que otros veían como una limitación, él lo convirtió en una ventaja. Se formó con disciplina, practicó con simuladores y complementó su preparación con deportes como fútbol y tenis para mejorar reflejos.

La constancia dio sus frutos.
Pasó por el karting nacional, ganó las 6 Horas de Bogotá en dos categorías, fue campeón de la Fórmula 4 Nacam y llegó a las semifinales mundiales del scouting de Ferrari. El año pasado corrió en Europa en la Ligier European Series y peleó el campeonato hasta la última carrera.

A sus 17 años, Pedro Juan sigue entrenando con su simulador en casa mientras estudia en el colegio. Ya ha contado con el respaldo de aliados como Claro y la escudería Telmex-Claro, que lo ha acompañado en su formación durante los últimos dos años, y sigue en busca de nuevos apoyos y patrocinadores que le permitan continuar su camino hacia las grandes ligas del automovilismo.

“Lo que me mueve es la pasión. Si uno ama lo que hace, se levanta todos los días a darlo todo, incluso cuando parece difícil”. Pedro Juan Moreno, piloto automovilístico.

Claro se conecta con la esencia paisa

Doña Alicia y Pedro Juan no se conocen, pero sus historias están hechas del mismo material: las ganas de llegar lejos, esas que abundan en Antioquia. Las de quienes ven oportunidades donde otros ven obstáculos. Las de quienes trabajan con rigor, se reinventan con alegría y sueñan en grande.

En Claro Colombia nos inspiramos en estas historias reales para seguir aprendiendo y exigiéndonos para conectar al país con un servicio cada vez más cercano, más humano, más útil. Porque llevar señal es solo el comienzo. Lo verdaderamente importante es aprender del territorio, de su gente, de su ingenio y su berraquera, para seguir creciendo juntos”, señalo, John Morales, gerente de Marca e Impacto País de Claro Colombia.