La Fiscalía ya le imputó cargos, pero no los aceptó. Sin embargo, el ente investigador tiene mensajes en donde afirma “ya tener a las peladas”. Sucedió en el barrio El Muelle, el mismo donde operaba El Costeño, algo que preocupa a los habitantes cercanos al sector: ¿cómo se mueve el crimen en esa zona? Estos son los detalles del caso.
La Fiscalía General de la Nación reveló que Greiyory José Cartagena Ramos fue acusado de secuestrar a tres niñas de entre 10 y 11 años en Bogotá, tras contactarlas mediante un perfil falso en redes sociales y ofrecerles supuestas oportunidades laborales en México.
De acuerdo con las investigaciones, el señalado habría simulado ser un adolescente para acercarse a las menores y persuadirlas de asistir a una reunión en la localidad de Engativá.
La noche del 8 de septiembre, las niñas acudieron a una residencia en el sector de El Muelle, después de salir del colegio, donde habrían sido retenidas bajo amenazas.
El Muelle es el mismo barrio donde operaba alias El Costeño, uno de los líderes criminales detrás del asesinato de Miguel Uribe Turbay. Aunque las autoridades no han conectado estos dos casos, los comentarios en redes sociales tras la notificación de la Fiscalía reflejan que los vecinos del sector se encuentran asustados y preocupados con la situación del vecindario.
Según la Fiscalía, Cartagena Ramos encerró a las niñas en una habitación y les prometió “una mejor vida” en Medellín, previo a un supuesto viaje a Ciudad de México. En audiencia de imputación, el juez citó incluso conversaciones en las que el acusado hablaba por teléfono sobre “haber conseguido las tres peladas”.
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Las menores lograron escapar y, al reencontrarse con sus familias, relataron lo sucedido. Tras la denuncia, unidades de la Policía Nacional capturaron al hombre, quien fue presentado ante un juez de control de garantías.
El procesado no aceptó los cargos, pero el despacho judicial le impuso medida de aseguramiento en centro carcelario. En su contra pesan los delitos de secuestro agravado y tráfico de niños, niñas y adolescentes.
La Fiscalía subrayó que este caso evidencia el uso de perfiles falsos en redes sociales como herramienta de captación de menores, y reiteró la advertencia sobre el riesgo que representan estas plataformas en contextos de trata y otros delitos similares.
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